A veces no es fácil tomar decisiones empresariales que de verdad funcionen. Aunque esas nuevas directrices y muchas veces, riesgos, supongan al principio un poco de cambio, en ocasiones no hay otro remedio que hacerlo. “No estamos para invertir en riesgo”, eso es lo precisamente me podría decir un empresario en estos momentos de crisis.
Yo, sin embargo, le contestaría que a veces, para ganar hay que arriesgar un poco. Arriesgarse no significa tirarse a la piscina sin agua, arriesgarse significa que aun controlando todo el proceso, hay cosas que no están en nuestras manos y que no dependen de nuestra actuación.
Hay que medir bien hasta que punto podemos meternos en un nuevo proyecto, en una nueva imagen, en un nuevo producto… pero si tenemos que ser conscientes de que muchas veces, son los pequeños detalles los que cuentan verdaderamente.
Una inversión segura
Siendo esto así, el diseño web adaptativo, es una inversión segura, sin riesgo, con amplias posibilidades desde el punto de vista del desarrollo empresarial y que puede ser una manera de diferenciarnos de la competencia de una manera sencilla y muy práctica.
Lo que se consigue realmente con este tipo de diseño web es que los clientes potenciales que han visitado nuestra web desde cualquier dispositivo tengan una sensación agradable, de comodidad, de facilidad. Lo importante es que no tengan queja alguna de la visita a nuestro sitio y, por supuesto, que deseen volver a el.
Imagen innovadora de cara a los clientes
El cliente además, valorará muy mucho que la empresa se adapte a las nuevas tecnologías porque eso significará que con toda probabilidad, también tenga ese espíritu a la hora de producir y diseñar sus productos. Una imagen corporativa innovadora requiere también de este tipo de apoyos para reforzarla y mantenerla en el tiempo.
La ventaja de esta plataforma es que se adapta a cualquier tipo de soporte. Por esa razón es importante utilizar este diseño, si llegamos a más gente y la web se ve perfectamente en cualquier dispositivo, puede que esos clientes que eran potenciales, puedan serlo de verdad en poco tiempo. En los tiempos que corren, no se puede dejar de lado ninguna oportunidad que pueda traducirse en clientes.
En los pequeños detalles se marca la diferencia
Tener un diseño web precioso, muy visual, con un gran diseño… no quiere decir que consigamos el éxito. No sólo debemos tener una web con una estética exquisita y a la vez práctica. Lo que realmente debemos tener en cuenta es si esa web es adaptable, práctico, limpio, muy visual… porque eso es lo que realmente va a marcar la diferencia.
Si un usuario visita nuestra web desde un teléfono inteligente, en los que las pantallas son muchísimo más pequeñas que las de un ordenador, y percibe la sensación de que está muy lleno y es todo muy caótico, entonces dejará de lado la web y se pondrá buscar otra. Es importantísimo que evitemos que el cliente potencial haga precisamente eso, tenemos que conseguir que se quede con nosotros.